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PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LOS ESTUDIOS DE DESARROLLO DESPUÉS DE 50 AÑOS DE EXPERIENCIA ACUMULADA: LA EXPERIENCIA EN CLACSO BOTOGÁ (9-12 junio 2025)

Past, Present and Future of Development Studies after 50 Years of Accumulated Experience: the Experience at CLACSO, Botota (June 9-12, 2025)

A. Jesús Sánchez-Fuentes (ICEI-UCM)

Francisco Javier Verdes-Montegro (ICEI-UCM)

En el marco de la Xª Conferencia de Ciencias Sociales que tuvo lugar en Bogotá (Colombia) entre el 9 y 12 de junio de 2025, la Asociación Europea de Institutos del Desarrollo (EADI por sus siglas en inglés) estuvo presente a través del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) y el grupo de Estudios de Desarrollo Latinoamericano con ponencias en el panel “pasado, presente y futuro de los estudios del Desarrollo después de 50 años de experiencia acumulada”. 

Aprovechando que este año coincide con el medio siglo de creación de EADI parecía un momento oportuno para reflexionar sobre lo avanzando hasta ahora desde esta comunidad epistémica, analizar la situación actual de los estudios del desarrollo y tratar de vislumbrar qué horizontes pueden abrirse en un orden internacional en profunda transformación. 

Este debate, además, se insertó en el foro “Pensar el futuro desde el Sur: memorias, artivismos y descolonización. Foro Sur-Sur” que tuvo lugar el 10 de junio, y que moderó Karina Bidaseca, profesora de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), junto con Adriana Annacona, de la Universidad del Valle de Colombia. El grueso de la reflexión durante esa jornada pivotó así en debates situados en epistemologías del sur y decolonialidad que, en buena medida, también quedan recogidos en el volumen conmemorativo de la revista de la asociación, European Journal of Development Research. Concretamente, en reflexiones como las de Karina Batthyany, exsecretaria ejecutiva de CLACSO; Kate MeagherLaura CamfieldNita MishraBalcha GamavrerianLyla MehtaDevika Dutt. Contribuciones en las que, desde distintos ángulos,  se reflexiona sobre cómo estudiar el desarrollo hoy desde la pluralidad de enfoques decoloniales que tratan de superar los efectos del colonialismo y neo-colonialismo en la conformación de políticas de conocimiento. O lo que es mismo,  ¿cómo descolonizar las relaciones globales de poder y conocimiento? Entre los ejemplos más elocuentes que se compartieron durante la jornada puede destacarse la aportación desde la sabiduría Chakana que planteó Annacona en aras de dejar atrás geografías del despojo e ir conformando geografías de la esperanza. 

Por otro lado, desde un punto de vista más coyuntural, una problemática que afloró en muchas de las intervenciones fue el impacto que tiene el cierre de USAID por parte de la Administración Trump y el efecto “bola de nieve” que se ha observado en otros países donantes, muchos de ellos europeos. Si bien algunas reflexiones interpretaban estas medidas como una oportunidad para la Cooperación Sur-Sur, otras pusieron el acento en el impacto mayúsculo que puede tener en términos de desarrollo, y cómo obliga a una redefinición del sistema de cooperación para el desarrollo en un momento en el que impera el “hacer menos con menos” (Doing less with less). 

En ese sentido, conectando las epistemologías decoloniales con las políticas para el desarrollo en este momento de crisis, resultó más que sugerente la reflexión que trajo al congreso de Bogotá el colectivo Acápacá en alianza estratégica con CLACSO para plantear un nuevo paradigma de cooperación internacional para el mundo, con una lógica más horizontal. Una reflexión que se integra en el Foro Permanente Latinoamericano para la Decolonización de la Cooperación y que integran otras organizaciones como INESC, FENMUCARINAP, ACÁPACÁ, CLACSO, CDM, FLACSO, CUC, CODEMUH, CLOC-Vía Campesina, Coordinadora Indígena del Abya Yala, La Corriente, Latindadd. Con una metodología participativa combinada con ponencias de especialistas en este campo, en este foro que tuvo lugar el 11 de junio se presentó una propuesta articulada en torno a diez ejes: (i) justicia como raíz; (ii) autonomía como brújula; cuidado y ética relacional; (iv) respeto a la diferencia; (v) solidaridad planetaria y corresponsabilidad global. Pilares operativos: (vi) redistribución del poder: toma de decisiones lideradas por comunidades; (vii) relaciones horizontales (co-creación, encuentro entre iguales); (viii) financiamiento al servicio de la vida; (ix) rendición de cuentas hacia comunidades; y (x) nueva institucionalidad cooperante. 

A su vez, insertados en estos debates sobre la redefinición de la cooperación, referenciadas en contribuciones que provienen de teorías del posdesarrollo así como de las Relaciones Internacionales Globales, el Global Cooperation Institute participó de la discusión a través de Jonathan Glennie quien expuso iniciativas de cooperación circular que se inspiran en una lógica “ABCD” (all benefit cooperation development): todos se benefician, contribuyen y deciden. A su vez, también lo acompañó de la iniciativa “Inversión Pública Global” que pretende alimentar el debate previo a la IVª conferencia internacional sobre financiación para el desarrollo que tendrá lugar a finales de este mes de junio y hasta el 3 de julio en Sevilla (España). Entre las diferencias que afloraron, merece la pena destacarse esa tensión entre la autonomía nacional por la que abogaban algunas contribuciones, y la necesidad de articular un nuevo multilateralismo que no deje atrás la atención de las interdependencias (cambio climático, finanzas, etc.). 

Tiempos críticos para el desarrollo y la cooperación, el “invierno” resaltado por nuestro presidente Andrew Sumner en la reciente conferencia jubilar de EADI en Bonn, que hacen más perentorios si cabe reflexiones académicas que permitan comprender el alcance de estos cambios, alumbrando con ello caminos que permitan transitarlo. 

Mientras tanto cabe seguir tejiendo lazos como los que se han pretendido establecer al asistir desde EADI a CLACSO o con la conformación del grupo de Estudios Latinoamericanos, al mismo tiempo que se apoya a la próxima generación de académicos, especialmente en el Sur Global, que aporten nuevas preguntas, perspectivas y métodos, sin perder de vista inversión en infraestructura intelectual e institucional que pueda sobrevivir momentos geopolíticos tan complejos como el actual. 

Vivimos por tanto un momento de celebración institucional, pero, lejos de quedarnos en una torre de marfil, es hoy más importante si cabe renovar cómo imaginamos nuestro futuro común. 

En este nuevo invierno, EADI y las instituciones y personas que pertenecemos a ella, debemos seguir siendo un espacio que aporte reflexión y soluciones, donde nos animemos a plantear preguntas urgentes y difíciles. Sólo así lograremos coadyuvar a que esta etapa no se prolongue y se abra paso una “primavera”, con ideas, solidaridad y una visión de un desarrollo adecuado para un mundo más justo y sostenible en el futuro.